Un 24 de julio de 1897 nacía en Kansas Amalia Earhart, una dama
inquieta que durante la Primera Guerra Mundial se enroló como
voluntaria enfermera en la ciudad de Toronto, donde atendió a los
pilotos heridos en combate. Y conoció el campo del Cuerpo Aéreo Real,
donde la picó el bichito de la aviación.
En 1920 asistió a un espectáculo aéreo en Long Beach, viajó a bordo de
un biplano sobre Los Angeles durante 10 minutos y quedó enloquecida
con los aviones.
Sus primeras clases de aviación las obtuvo de la instructora Anita
Neta Snook, otra piloto pionera. Su instructora no le daba mucha
credibilidad como piloto, una opinión que no abandonaría durante su
carrera. En octubre de 1922 consiguió su primer récord de altitud al
volar a 14 000 pies (4267 metros) de altura.En 1923 obtuvo la licencia
de piloto de la Federación Aeronáutica Internacional, siendo la
decimosexta dama en recibirla.
En abril de 1928, Amelia recibió una llamada que cambiaría su vida: el
capitán H.H. Railey le preguntó si quería ser la primera mujer en
cruzar el océano Atlántico. La idea de la aventura había sido de Amy
Guest, una aristócrata estadounidense que había adquirido un Fokker
F.VII. En un primer momento, ella era quien pilotaría la nave, pero,
por presiones de su familia, había desistido. Entonces, la familia
Guest contrató a George Putnam, un publicista de Nueva York, para que
encontrase la mujer indicada.
Después de conocer a los coordinadores de la travesía, se decidió que
Amelia acompañara al piloto Wilmer Stultz y al mecánico Louis Gordon.
La nave fue bautizada como Friendship, y despegó el 3 de junio de 1928
hacia Halifax, Nueva Escocia. Tras esperar a que mejorase el tiempo,
partieron hasta el 18 rumbo a Europa.
Llegaron a Burry Port, en el sur de Gales, (con poca gasolina) y no a
Irlanda, como habían planeado. La misma Amelia reconoció que todo el
trabajo lo hicieron los pilotos, pero al llegar los periodistas los
ignoraron y la abordaron a ella.
Después recibió felicitaciones del mismo presidente Calvin Coolidge. A
raíz de este viaje empezó a ser conocida como Lady Lindy, por su
parecido al aviador Charles Lindbergh.
Su fama creció en los medios de comunicación y comenzó a dar
conferencias gracias al trabajo de Putnam. Él la ayudó a publicar su
libro Veinte horas, cuarenta minutos, y también la acompañaba a todas
partes. Se casaron en 1931.
A esta altura de su vida sentía que era la oportunidad de hacer un
vuelo sola por el Atlántico, pues otras mujeres estaban a punto de
intentarlo, y George la estimulaba para mantener su nombre en primer
plano. Hasta 1932 nadie había hecho un viaje en solitario desde
Lindberg. Ella haría el viaje desde Harbour Grace,Terranova y
Labrador, a Gran Bretaña. El 20 de mayo, exactamente 5 años después de
Lindy, montada en un Lockheed Vega modificado, realizó el viaje.
Como no tomaba te ni café, Amelia se mantenía despierta oliendo sales.
Sólo llevaba un termo con sopa y una lata de jugo de tomate.
Llegó fuera del punto planeado en Derry, en el norte de Irlanda.
Bajando del avión le preguntó a un hombre que se acercaba y tuvieron
la siguiente conversación:
—¿Donde estoy? —preguntó Earhart.
—En el pastizal de Gallegher. ¿Vienes de lejos?
—De Estados Unidos —respondió ella.
En esa travesía impuso más marcas: primera mujer en hacer un vuelo
solitario en el Atlántico, primera persona en hacerlo dos veces, la
distancia más larga volada por una mujer sin parar y récord por
cruzarlo en el menor tiempo.
Los reconocimientos se acumularon. Hizo un tour por Europa; en Nueva
York hizo un recorrido bajo lluvia de papeles; el presidente Hoover le
condecoró con la medalla dorada especial de la National Geographic
Society; recibió las llaves de varias ciudades; fue votada la mujer
más destacada el año. El congreso la condecoró con la Distinguished
Flying Cross, otorgada por primera vez a una mujer.
En 1934 anunció a George que la próxima aventura seria un vuelo a
través del Pacífico, desde Hawái a California, y después a Washington.
Diez pilotos lo habían intentado y murieron. Salió de Honolulu el 11
de enero de 1935 y aterrizó en Oakland, California, ante una multitud
que la vitoreaba. Roosevelt le envió sus felicitaciones. Ese mismo año
realizó el primer viaje solitario de Los Ángeles a Ciudad de México, y
de allí a Newark, Nueva Jersey.
Ya en 1935 comenzó a planear hacer un viaje alrededor del mundo. El
Lockheed Electra 10E fue la máquina elegida. De realizarlo marcaría
dos hitos: la primera mujer en hacerlo y la mayor distancia posible
circunnavegando el globo en su ecuador. Según ella era el vuelo que le
quedaba por realizar.
Fred Noonan fue escogido como acompañante por su experiencia en el
vuelo sobre el Océano Pacífico; además, llevarían otros dos
tripulantes como técnicos. La primera etapa sería de Oakland,
California, a Hawái el 17 de marzo de 1937. Sin embargo, cuando
despegaba cerca de Pearl Harbor tuvo problemas y el aeroplano se
deslizó fuera de control. Hubo daños considerables. Uno de los
tripulantes atribuyó a Amelia la responsabilidad del accidente. El
Electra fue enviado de regreso a California para reparaciones y Amelia
continuó los planes para hacer otro intento. Esta vez el curso del
viaje sería hacia el este. De ahora en adelante sólo viajarían Noonan
y Earhart.
Después de recibir al Electra partió de Los Ángeles hacia Florida el
21 de mayo de 1937. El 1 de junio salieron de Miami, y su primer
destino fue San Juan, Puerto Rico, de ahí bordeó Sur América con rumbo
a África y el Mar Rojo. Desde allí realizó un vuelo inédito en la
historia de la aviación, hacia Karachi en Pakistán. Después se
dirigieron rumbo a Calcuta el 17 de junio. Posteriormente su destinos
fueron Rangoon, Bangkok y Bandoeng, Singapur.
En Bandoeng ocurrieron algunos percances. Hubo retraso por el mal
tiempo y a la aeronave se le realizaron reparaciones. Pero lo más
grave fue que Amelia enfermó de disentería. Partieron de allí el 27
hacia Darwin en Australia, donde mandó los paracaídas de regreso por
que no serían necesarios —según ella—en lo que restaba del viaje.
Llegó a Lae, Nueva Guinea el 29 de junio con 22.000 millas voladas y
7.000 por recorrer. En ese lugar se comunicó con el Herald Tribune.
Las fotos la mostraban enferma y cansada. Partió a las 0:00 GMT el 2
de julio. Se cree que el avión tenía 1.000 galones de combustible para
20 ó 21 horas de vuelo, pero la situación atmosférica no era la más
favorable pues estaba nuboso y con lluvias intermitentes.
En lo restante mantendría comunicación con el guardacosta
estadounidense Itasca. A las 7:20 GMT reportó su posición a 20 millas
al suroeste de las Islas Nukumanu. A las 8:00 GMT hizo su último
contacto de radio con Lae donde se les comunicó que el avión volaba en
curso a la Isla Howland a 12.000 pies de altura. Sin embargo nunca se
supo el rumbo que siguió tras alcanzar Nukumanu. Después hubo algunas
transmisiones cortas al Itasca, pero no pudo averiguarse su posición
porque los mensajes eran demasiado breves.
A las 19:30 GMT se recibió el siguiente reporte: «KHAQQ llamando al
Itasca. Debemos estar encima de ustedes, pero no los vemos... El
combustible se está agotando...» A las 20:14 GMT el guardacosta
recibió el último mensaje dando su posición; hacia las 21:30 GMT
determinaron que el avión pudo haberse estrellado en el mar y entonces
comenzó la búsqueda.
Un faro fue construido en 1938 en la isla Howland en su honor. De su
desaparición ha habido multitud de teorías acerca de su final y el de
su compañero.
En una de las cartas que le enviaba a George, escribió: «Debes saber
que soy consciente de los peligros, quiero hacerlo porque lo deseo.
Las mujeres deben intentar hacer cosas como lo han hecho los hombres.
Cuando ellos fallaron sus intentos deben ser un reto para otros».