martes, junio 28, 2005


Diccionarios
Es curioso ver como las nuevas ediciones de los "mataburros" no siempre traen una información mas valiosa. No solo en cuanto al tipo de encuadernación, ni a la calidad de las hojas o a los dibujos [o grabados].
Concretamente las ediciones fueron verdaderas obras de arte hasta fines de la década del 50. Las mas nuevas, en muchas ocasiones traen menos aclaraciones sobre los vocablos, y ni que hablar de otras secciones tales como locuciones latinas, voces usuales y reglas gramaticales. Prácticamente han desaparecido de las ediciones modernas.
Colecciono ediciones viejas de Larousse, siendo mi preferida la de 1952.
Hay editoriales que siguen colaborando al enriquecimiento de la lengua, tal el caso de ediciones Océano, que tiene un precio accesible y siguen ofreciendo secciones novedosas.
Otra excepción, que resulta recomendable es consultar, el portal de la Real Academia Española. Una grata sorpresa que nos depara Internet.

El buen uso de este elemento resulta esencial, no solo para aprender una lengua, sino para perfeccionarse, y evitar la transformación en burro.

María Elena Walsh, reconocida poeta para niños y adultos y gran evocadora de la propia infancia, ha construido - con la canción que cantaron varias generaciones de argentinos -, un significado emblemático desde su "Vals del diccionario":
"Tantas cosas ya se han ido
al cielo del olvido,
pero tu sigues siempre a mi lado
Pequeño Larousse Ilustrado..."

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