martes, julio 21, 2009

El 28

Suena el top de las 7:30 y uno aún en la ducha.
- Cómo? Las 7 y media? Que lo parió, se me va el bondy!
Y así arranca el día, entre interjecciones y dicterios. Pero con el firme objetivo de llegar al bondy.
He allí el segundo desafío del día (el primero es levantarse).
Salgo como puedo, sin omitir ninguna prenda, en particular las medias, tan necesarias en esta época del año.

Salgo a la calle, con la camisa desprendida al 85%. Cinturón y  campera en mano.
Llego a Yrigoyen, y observo como se aleja mi amigo el 29 (otro numerito pa' quinelear).
Otro improperio fluye (una mancha mas al tigre ..), pero miro la noche estrellada y pido asistencia.
En este caso, no es necesario llamar al 0 800 y dar con un operador piola (todo un milagro en Speedy).
Me encomiendo a varios seres alados en quienes confío.
Me dirijo a la parada ..
De pronto, súbita e inesperadamente, aparece el agreta conductor del interno 28, quien siempre va delante de mi amigo 29.
Parece que esta vez, hubo de esperarme.
Otra vez, el poder de la intención.
Amén, y puedo terminar de vestirme dentro del 28, sin problemas, mis compañeros de viaje, van todos roncando, cual pequeños angelitos.

Dulces sueños!

1 comentario:

Anónimo dijo...

...será q nada es tan absoluto...ni el chofer del 28 tan agreta...ni el q corre cinturón y campera en mano tan correcto...ni quien comenta tan "especial"...