lunes, junio 07, 2010

Sudádrica mía


Por Rudy
Querido lector, muy querido lector, más que querido lector, usted y yo sabemos de qué se trata, sobre todo ahora, que ya pasó el Bicentenario, que le demostramos al mundo, y sobre todo a ciertos medios, que a los argentinos nos gusta trabajar en paz, pero más todavía nos gusta festejar. Y por eso estamos taaaan ansiosos, porque viene eso que viene cada cuatro años… (lo digo en voz bajita): ¡¡¡¡Viene el Mundial!!!!

Todos los argentinos, argentinas, argentinitos, argentinitas, argentines, argentos, sargentos, sargentinos, todos y todas estamos pendientes y pendientas del hecho que mueve y conmueve a las multitudes, y también a las muchedumbres, gentíos, manadas, piaras, cardúmenes, y también a las aglomeraciones, por no hablar de las individualidades y las existencias reales, incluyendo animales domésticos, mascotas diversas y monstruos imaginarios: el movimiento de la pelota, la globa, el balón, el esférico, o como quiera usted denominarlo.
Y le voy a contar algo, lector: en el resto del mundo, que vendría a ser eso que está más allá de nuestras fronteras (no, no me refiero a la Gral. Paz, la Argentina sigue bastante más allá, o más acá depende de dónde esté usted leyendo), otras personas, de otras nacionalidades, están casi tan ansiosas como nosotros, aunque llamativamente sus preocupaciones tienen que ver con la suerte de otras selecciones, que usan otros colores en la camiseta. ¿Cómo no se dan cuenta de que ganar puede ganar cualquiera, pero para estar ansioso ninguna selección es mejor que la nuestra?
Bueno, lector, el sábado que viene, cuando reciba usted el próximo Sátira, vamos a estar jugando nuestro primer partido. Si quiere usted usar el suplemento para hacer papelitos y estimular al equipo desde acá, todo bien, pero le pido un favor, de hincha a hincha, de simpatizante a simpatizante… ¡Léalo antes de romperlo!, ¿si? Piense en los humoristas que nos estuvimos entrenando toda la semana para brindarle nuestros mejores chistes.