Un vago entra algo en curda y entra oscuro, sigiloso, en puntas de pié a su casa a eso de las 3 de la mañana.
De pronto se enciende la luz.
Con los brazos en jarra su mujer le recrimina en alta voz:
-¿Estas son horas de volver?
-¿Volver? Quién habló de volver … Yo vengo a buscar la guitarra.
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