Anoche nos reunimos para ver "Judíos en el espacio", peli de Gabriel Lichtmann que hemos comentado en entradas anteriores.
Interesante experiencia, esta de ver en conjunto un film, con personas de vibraciones similares.
Eramos unos 12 (apóstoles), y pese a haber visto el film n veces (con n suficientemente grande), obtuve una nueva interpretación, enriquecida (infinitamente) con la puesta en común del grupo.
Creo, la película, además de poner de relieve las relaciones humanas, dentro de las familias, realza el sentido del festejo, teniendo como epicentro el Pésaj, pero aplicable a cualquier otra fiesta significativa. Una belleza, la forma en que se muestra un festejo tan delicado y profundo (leer esta didáctica página).
Por eso fue una noche diferente, sanadora, donde reímos, elaboramos explicaciones a determinadas reacciones, y festejamos el renacimiento del encuentro, y el paso del prejuicio al amor. El amor eterno, aquel que redime las diferencias dentro de las familias, nacido (muchas veces) de malos entendidos, prejuicios y viejos y absurdos rencores.
Un guión impecable, y muchas actuaciones memorables, para un film de esos que son piedras preciosas.
Habremos de bregar por hacer alguna otra proyección, aún mas sanadora, vista entre seres fraternos de diversas religiones, y ver como existen ciertos principios esenciales que nos re-ligan. Tendremos que traer al buen Gabriel Lichtmann, director, guionista y ser tozudo si los hay (a Dios gracias).
Volvemos al principio, y nos repreguntamos, por-qué esta noche es diferente a las demás noches?
Porque en esta noche de Pesaj o en la de la proyección del film - un grupo de amigos y hermanos - nos unimos y ofrecemos un canto a la vida, -a la cordura, - a la fraternidad, - a la tolerancia, - al fin de toda esclavitud, - a la elevación del ser humano - y a la paz.
Que no es poco.
Sea!
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