domingo, agosto 12, 2012

Saudade

Remembranzas.
Del tiempo, del olor, del amor.
Del abrazo paterno,
de ese que no ha de volver,
pero que te impulsa, te alienta y te cuida.

Porque uno vive entre recuerdos,
muchas veces disparados por el olor de la cocina,
al evocar una sopa, o vaya a saber que otra cosa.

La evocación es poderosa,
aunque a veces asoma la orfandad,
las ganas de preguntarle a los mayores, que como será,
que pasos habrá que dar, o simplemente estar, aún sin hablar.

Me peleo y me amigo con la vida, y con el tiempo.
Le pido anda pa atrás, ahora adelantá.
Y Rod Taylor desde la máquina me dice, no jodas, ya no quiero pedalear ..

Y las fotos se mueven, se arriman, conversan
y ya estoy mejor, me siento un chico. Feliz, listo para su día.
Vendrán los Viejos. Y ese será el regalo: el de la continua paternidad.

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