Dedicado al padre del Loco de la música, alias Gustavo Díaz
Llega con su cargamento
de plátanos e historias del 2x4
torno, escuadra, constancia,
pasión y precisión.
De carnavales que se encienden
con bombitas de colores,
bailes, milongas
e historias de mil amores.
Vivir entre dos mundos
la fábrica y el gotan,
y cual verdadero laburante
se levanta sin chistar.
Flores, Villa Luro y Morón,
conocedor del oeste
y del Sarmiento
como el mejor.
El riñón se resiste
son vestigios de tanto tango
de esos que sigue cantando
aún sin ir a milonguear.
Que nunca falte,
que no se apague
la voz de Don Horacio
cantante de ley, hombre de palabra.
Porque faltan, (ya no uno, sino)
varios de esos hombres, esas voces
que desafían los tonos grises
pa' darle color a la vida.