domingo, octubre 11, 2009

El Borracho

a un poeta desconocido

 

bebía mi tercer cerveza en un bar de malamuerte

cuando se acercó arrastrando los pies

-         ¿me daría unas monedas señor? –

-         ¿y para que son amigo? –

-         bueno, le aseguro que no son para comprar un litro de leche –

-         bien, y dígame ¿qué hace usted de su vida? –

-         beber ¿y usted señor? –

-         yo… soy poeta… creo –

-         ah, no está muy seguro, yo estoy seguro de ser borracho –

-         de acuerdo y ¿qué hace un borracho cuando está sobrio para hacer de éste mundo perverso y absurdo un lugar mejor? –

-         mire señor, yo no se muy bien la diferencia entre estar sobrio o borracho, pero de algo estoy seguro, los sobrios destruyeron el mundo –

-         tiene razón amigo, el poeta es usted, tome este billete, pero con una condición, no lo vaya a gastar en leche -.

 

 

 

En muchas regiones rurales de España, aún hoy es habitual servir el vino en odres o botas de cuero, usados desde muy antiguo con este objeto. En el catalán del siglo XIV y en el castellano del siglo XV, estos odres se llamaron borracha, palabra que, según Corominas, se habría formado por el cruce de las voces catalanas botella (odre) y morratxa (redoma). A su vez, esta última palabra se derivaba del árabe mirassa, que también significaba 'redoma'. Más adelante, se llamó en español borracho al sujeto que, igual que la bota, estaba 'lleno de vino', o sea, embriagado.