Che, ya van dos naifas que llaman hoy para agradecer por haber cumplido con el laburo.
La primera me sorprendió, la segunda me hizo dudar de estar despierto o soñando acerca de un mundo mejor como algo posible.
¡Que lo parió! Cuantas cosas pueden lograrse desde cuestiones simples, laborales y cotidianas.
Como te arranca una pequeña enorme sonrisa el saberse valorado por el laburo, que muchas veces nos amenaza con la cuestión rutinaria.
A Dios gracias, hay gente fenómena. El tema es dar con ellas.
Como diría mi Vieja: co nec tan do m'hijito!