En el día del niño canta Vivencia por nosotros. Un tema que supo estar semiprohibido, por incitar a la posesión de juguetes, otra muestra de la "vasta imaginación" que habitó en nuestra sociedad durante el negro proceso militar.
La letra es poderosa. Va directo al corazón e interpela. Pero no te deja un sabor amargo, sino ganas de salir cantando e ir a ver vidrieras de jugueterías que siempre te gustaron de chico, pero ahora a medida que mirás los trencitos, y me pienso en la Galería las Victorias, en ese local donde tocas el timbre, y arranca el tren eléctrico, en medio de unas vías laaargas.
Ese local donde supe pasar eternos minutos mirando las vías cual niño ferroviario.
Y cada vez que me toca ir al Palacio Pizzurno, me escapo esas dos cuadritas, so pretexto de algún trámite. Es allí que salgo corriendo rumbo a la citada galería (Libertad entre Paraguay y Marcelo T.), donde Reinaldo tenía su peluquería, pero voy directo (y sin escalas) a este botón de los sueños. Eso si, tarareando este tema de Vivencia.
Feliz día para todos, los niños (y los soñadores).
Hace mucho frío
y los negocios esperan
con impaciencia las ventas
las ventas...
Frente a la vidriera
de una gran juguetería
hay chiquillos que suspiran
que suspiran...
Sus narices hechan sueños de vapor
pero el vidrio va empañando la ilusión.
Hay una muñeca
y un osito que conversa
mientras los pequeños sueñan
sueñan, sueñan...
Los niños miran y miran
en la vidriera empañada
como se escapan los sueños
a través de sus miradas
Y mientras los niños sufren
los juguetes se preguntan
con tantos niños afuera
que hacemos en la vidriera?.
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