Comparto aquí algunas cuestiones que suenan entre curiosas e injustas. Pero, algo propio de todo sistema que se precie de tal, esencialmente por provenir de versiones distintas.
Hablo de las rerformas a las leyes de jubilación.
Algo que debiera ser parejo para todos, pero que lamentablemente no lo es.
Sin duda, el conflicto cordobés, puso el acento sobre este tema, pero es algo que viene con parches que en lugar de permitirnos un traslado mas llevadero, pone varias señales de alerta.
Lo que sigue es una nota de Silvia Stang publicada en La Nación, el 8 de marzo de 2008, bajo el título "Creciente desigualdada entre jubilados"
Oscar se jubiló en enero de 2005 y cobra actualmente $ 1582,83 por mes. Hace unos días lo sorprendió la llamada de José, que fue durante mucho tiempo su compañero de oficina: hacían las mismas tareas y cobraban siempre el mismo salario. Ahora, la situación no es tan pareja: José se jubiló en enero, pasó por el banco y ya retiró su primer haber, de $ 1884,21. Gana, así, un 19% más que Oscar. Conclusión: algo anda mal en el régimen previsional. "Hoy hay un efecto castigo a los jubilados más antiguos, que no debería existir en un sistema previsional que pretenda ser equitativo", señaló Guillermo Jáuregui, abogado experto en temas jubilatorios. Agregó que si funcionaran correctamente los mecanismos de actualización de valores, tanto de los salarios que se tienen en cuenta para calcular el haber inicial como de las jubilaciones y pensiones a través de un índice de movilidad, dos personas que tuvieron remuneraciones iguales deberían cobrar lo mismo, más allá de la fecha de cese de su actividad.
De cumplirse con los mecanismos de readecuación de valores, tanto Oscar como José deberían cobrar un monto de $ 2602,35 mensuales, un 64 y un 38% más de lo que reciben. Jáuregui elaboró un informe que demuestra, con varios ejemplos como el citado, las distorsiones crecientes que se están produciendo entre los jubilados, a causa de cómo se calculan las prestaciones en los últimos años.
Los cálculos Según lo previsto por la ley previsional, para determinar el haber jubilatorio de inicio se toma en cuenta el salario promedio de los diez últimos años trabajados y se multiplica el 1,5% de esa cifra por la cantidad de años aportados; al resultado se le suma una prestación básica, cuyo valor está congelado desde hace diez años. (La estimación del trabajo sobre cuánto debería cobrarse en un sistema equitativo incluye una actualización de esta variable.)
La citada es la fórmula de la jubilación en el sistema de reparto, aunque la actual situación también afecta a los afiliados a las AFJP que se retiran, dado que buena parte de sus ingresos está a cargo del Estado.
En la práctica, hoy no se están actualizando los valores históricos para llegar al promedio salarial, lo que devalúa el ingreso inicial. Así, si una persona gana $ 2000 pero una década atrás percibía $ 1000, este viejo número se usará para el promedio.
Así, quien se jubila más tarde ganará más. Por ejemplo, para quien se retiró en enero de 2007 entraron en juego sus salarios nominales de 1997 a 2006; mientras que para quien cesó en enero de este año, se tomaron en cuenta los salarios de 1998 a 2007: "salió" un año de valores bajos e "ingresó" uno con sumas más altas, lo que eleva el promedio.
A falta de actualización de las remuneraciones previas al cese de actividad, la Anses le suma al haber de inicio los incrementos que fue dando el Gobierno para quienes estaban jubilados: desde septiembre de 2004 esas alzas fueron del 10, 11, 13 y 12,5 por ciento. A partir de este mes, se sumará otro 7,5 por ciento.
Sumado todo eso al hecho de que los ingresos jubilatorios, si bien tuvieron los ajustes mencionados, no se están ajustando por un índice de movilidad según la evolución de los salarios activos –tal como ordenó la Corte Suprema–, se generan fuertes y crecientes diferencias entre los pasivos, según su fecha de retiro.
"Solución coyuntural" Fuentes del Gobierno consultadas por LA NACION señalaron que la modalidad que se está usando es una "solución coyuntural" que se encontró ante la falta de previsión legal de un mecanismo de movilidad para los salarios posteriores a abril de 1991. Y admitieron que a medida que se fueron acumulando los aumentos, comenzaron a producirse asimetrías que fueron detectadas, y se está trabajando para corregirlas.
Según el trabajo de Jáuregui, alguien que se jubiló en diciembre de 1994 con un haber inicial de $ 553,36, cobró hasta el mes pasado $ 858,92 (cifra que sube a $ 923,56 con el alza del 7,5% de este mes). Suponiendo el caso de una persona que ocupó igual puesto con el mismo nivel real de remuneración pero que se retiró en enero de este año, el ingreso fue de $ 1884,28 en febrero, y es de $ 2025,70 desde este mes, un 119% más que el del primer caso. Y quien se retiró, por ejemplo, en 2000, percibirá $ 1516,12.
Dijo Jáuregui: "Si bien los jubilados modernos cobran proporcionalmente más que los jubilados antiguos, ni aquellos ni estos cobran todavía lo que les correspondería con un adecuado régimen de movilidad". El abogado recordó que la vieja ley jubilatoria, la 18.037, tenía un principio de "indiferencia de cese", que implica que personas que habían tenido remuneraciones con un ritmo parejo de incrementos terminaban percibiendo iguales jubilaciones.
El defensor de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo porteña, Eugenio Semino, recordó que este asunto es uno de los que provocan gran cantidad de reclamos y litigios.
Semino consideró inadecuado el régimen previsto por la ley, por el que se tienen en cuenta los salarios de los últimos diez años aportados para calcular el haber de inicio. Opinó que sería más justo un esquema como el de EE.UU., donde se consideran los tres años de la vida laboral con ingresos más elevados, lo cual mejora el haber del jubilado.