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viernes, junio 13, 2014

Pinehurst - Restauradores

Bill Core y Ben Crenshaw pudieron "restaurar el campo de Pinehurst Nº2", gracias a que en la biblioteca Tufts (familia de los dueños del resort), aún conservan los proyectos iniciales de Daniel Ross, y hasta un green de arena prensada!
Merced a esto, mas documentación adicional, valiosa y poco usual, le dieron a los magníficos restauradors, la posibilidad de revivir aquella cancha, tal como la diseñara Ross.
Por eso, sacaron 650 aspersores de riego de la cancha, dejando solo riego para la parte central del fairway, con cuatro o cinco metros a los costados, sin riego, y sin rough.
Eliminaron cerca de 30 has. de rough (pasto bermuda), y de este modo volvieron arena y dunas a la zona, recuperando parte del diseño original.
Sin rough, pero con vegetación autóctona, que complica las cosas e invita a ir por el centro (nada nuevo bajo el sol).
Si bien no hay bunkers por doquier, hay mucha arena, de estas zonas de transición.
Es tan complejo delimitar esto, que cada línea de juego va con su referee, quien dictaminará en cada caso, si es bunker o zona de transición. Esto para evitar penalidades/dudas innecesarias.
El director de la USGA, Mike Davis, declaró su alegría con el tono marrón de la cancha, sinceramente pensé que esta política era exclusiva de las autoridades británicas, pero los norteamericanos van por buen camino.
Interesante ver como las canchas tienden a ser mas naturales que artificiales, respetando la vegetación autóctona. Y el recorte del riego, amén de premiar a quienes van por el buen camino, consumen menos de un tercio del agua que utilizaban para regar, pasando de 50 millones de galones de agua al año, a menos de 15 millones.
Pinehurst, un monstruo natural y ecológico.

Pinehurst 2 - Se va la primera

A pocas horas del arranque de la 114° edición del US Open, el campo de juego sigue con exigentes preparativos. Cortaron los greens, pasaron rodillos y los regaron con el mínimo indispensable de agua.Se busca que estos tengan color, velocidad y firmeza uniforme.

Todo esto para tener el campo 10 puntos, antes de las 6:45 del día jueves, cuando el campeonato arrancará con su primera salida. El club house está lejos del tee del 10, y de la cancha de práctica.

Volviendo a los greens, estos serán protagonistas durante toda la semana. Acentúan sus formas convexas con el paso del tiempo. Hasta 1935 los greens eran de arena prensada, y solo se sembraron con pasto al prepararlos para el PGA Championship de 1936.
Los hoyos de esos greens de arena eran más grandes y, después de jugar el putt, había que alisarlos con un cepillo. En el resort de Pinehurst, se conserva un green de arena prensada tal como eran en la época.

El diseño actual del recorrido número 2 de Pinehurst, tiene dos alturas de corte, el de fairway y el de greens, aunque para ocasiones especiales, como esta, los approaches se cortan un poco más bajos que las fairways, dando la posibilidad de jugar el putt desde fuera del green. Aunque es un verdadero desafío…
Recordad a John Daly, cuando en el hoyo 8, durante la edición de 1999, se anotó un 11 (si, once golpes), cuando la pelota le volvió a los pies, dos veces, con su approach, y en la tercera ocasión, algo enojado, la jugó en movimiento, incurriendo de dos golpes de multa.
Hay greens grandes, como los de los hoyos 3, 5, 14 y 15, pero todos los greens de Pinehurst 2 tienen suficientes ubicaciones de bandera para los cuatro días.
En la cancha, hay una sola laguna, que no entra en juego. Está al comienzo del fairway del 16, gran par 4 de 530 yardas, que los mortales jugamos como par 5.
Un lugar para recomendar, y sentarse a ver el torneo: la tribuna del hoyo 9, par 3 emplemático.

jueves, junio 12, 2014

Pinehurst - Centenaria cancha renovada.

La cancha nro. 2 de Pinehurst (posee nueve), tiene 107 años de vida y juego.
El diseño original estuvo a cargo de Donald Ross.
Recientemente Ben Crenshaw y Bill Core la remodelaron para recuperar
su espíritu original, de modo tal que valga mas la cancha que los
novedosos y potentes materiales de palos y pelotas. Como para revivir
la emoción del golfista que está solo y piensa como ejecutar golpe a
golpe, y se hace uno con la naturaleza, según el campo que le toca.

La tecnología permite alcanzar mayores distancias, y los defectos se
minimizaron. Unos 18 años atrás, se podían atravesar dos fairways con
un slice. Hoy se atraviesa la mitad.
En el afán de hacer que las canchas sean mas "accesibles", muchas de
estas se han vuelto aburridas y parecidas urbi et orbi

El desafío fue reconstruir Pinehurst, a base de fotos antiguas del
campo de juego, algo que hacen los artistas como Ben Crenshaw y en
nuestro medio, Angel Reartes. La cancha número 2, fue un hito en la
carrera de Ross.
Esto movilizó a los propietarios en volver (de algún modo) a aquellos
links, tal como los había pensado el escocés naturalizar el campo y
dejarlo tal como lo pensó Ross, mas de 100 años atrás.
Crenshaw y Core eliminaron el pasto bermuda, quitaron 650 aspersores y
el rough circundante. De este modo, regresaron las dunas originales y
los fairways se volvieron mas arenosos.
El trabajo dio sus frutos. Se jugaron ediciones del US Open como las
de 1999, y la de 2005. El campo se modificó y se abrió en 2011, con
gran resultado. Este año lo estamos confirmando y tendremos no uno,
sino dos US Open en dos semanas consecutivas, en la misma cancha.

Los jugadores coinciden en que la clave no estará en los drives, sino
en los tiros al green.
Bien lo sabe Phil Lefty Mickelson, quien busca este torneo para
completar los cuatro grandes. Sería un gran regalo de cumpleaños, para
arrancar sus 44 años, cumplirá el lunes, con el ansiado trofeo.
Constancia, laburo y paciencia. Son las virtudes teologales de Pinehurst.