El 24 de septiembre de 1936 nacía Jim Henson, creador de una troupe divina, Los Muppets.
Cuanto le debemos a Jim, titiritero impar. La gente que laburó junto a el, se contagió del amor por este arte tan olvidado.
Larga vida a Jim, sus creaciones, y ánimo a sus seguidores.
Bitácora devenida Golfista, temporal y afortunadamente. La sabiduría es ante todo conocimiento de si - proverbio chino.
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miércoles, septiembre 24, 2014
miércoles, marzo 10, 2010
Johann Wolfgang von Goethe
miércoles, febrero 24, 2010
De plumas ignotas
Arturo Cancela nació allá por 1892 (otro decimonónico), en Buenos Aires.
Narrador y dramaturgo, abandonó los estudios de medicina, ejerciendo después el periodismo.
En colaboración con Pilar de Lusarreta escribió varias piezas teatrales.
El carácter más significativo de la obra de Cancela está dado por el humor, que resulta casi siempre de su realidad circundante y consiste en subrayar una parte de esa realidad que, en apariencia, nada tiene de sobresaliente. De la misma manera, subrayando una actitud, el comportamiento de un personaje crea un tipo.
El carácter esencial de este humorismo lleva implícito una crítica en la que se entrevé, en la mayoría de las veces, una moraleja.
Sus Tres relatos porteños (1922) expresan, aun siendo éste su primer libro, todos los recursos humorísticos, todas las observaciones que reaparecerán luego en la obra de Cancela, situadas en un determinado lugar —Buenos Aires—, elemento fundamental para su punto de observación como narrador y humorista.
La unidad de este libro, más allá de sus procedimientos y lenguaje, de la descripción de personajes y situaciones de cada uno de los relatos, se advierte en una parecida actitud para abordar esos tres momentos que reflejan otros tantos instantes de la sociedad y el tiempo observados.
En cuanto a la crítica que implica su humorismo, es evidente también esa misma unidad.
En el primero de los relatos, "El cocobacilo de Herrlin", ella aparece como denuncia a instituciones consagradas, a males burocráticos, a actitudes solemnes cuya ambigüedad el humorista subraya con certeza.
En esta ocasión, nos reunimos alrededor del fuego carpediemiano, para compartir la eximia escritura y el agudo humor canceliano, propagado desde el cocobacilo.
Si hubiese una lectura colectiva y multitudinaria, la pandemia acabaría con los males de este mundo, y al menos nos levantaría la comisura de los labios, trocando el gesto adusto en buenos humores. Inteligencia, pluma, visión esperanzada y comicidad. Ingredientes que Don Arturo mezcla con sapiencia y estilo.
Narrador y dramaturgo, abandonó los estudios de medicina, ejerciendo después el periodismo.
En colaboración con Pilar de Lusarreta escribió varias piezas teatrales.
El carácter más significativo de la obra de Cancela está dado por el humor, que resulta casi siempre de su realidad circundante y consiste en subrayar una parte de esa realidad que, en apariencia, nada tiene de sobresaliente. De la misma manera, subrayando una actitud, el comportamiento de un personaje crea un tipo.
El carácter esencial de este humorismo lleva implícito una crítica en la que se entrevé, en la mayoría de las veces, una moraleja.
Sus Tres relatos porteños (1922) expresan, aun siendo éste su primer libro, todos los recursos humorísticos, todas las observaciones que reaparecerán luego en la obra de Cancela, situadas en un determinado lugar —Buenos Aires—, elemento fundamental para su punto de observación como narrador y humorista.
La unidad de este libro, más allá de sus procedimientos y lenguaje, de la descripción de personajes y situaciones de cada uno de los relatos, se advierte en una parecida actitud para abordar esos tres momentos que reflejan otros tantos instantes de la sociedad y el tiempo observados.
En cuanto a la crítica que implica su humorismo, es evidente también esa misma unidad.
En el primero de los relatos, "El cocobacilo de Herrlin", ella aparece como denuncia a instituciones consagradas, a males burocráticos, a actitudes solemnes cuya ambigüedad el humorista subraya con certeza.
En esta ocasión, nos reunimos alrededor del fuego carpediemiano, para compartir la eximia escritura y el agudo humor canceliano, propagado desde el cocobacilo.
Si hubiese una lectura colectiva y multitudinaria, la pandemia acabaría con los males de este mundo, y al menos nos levantaría la comisura de los labios, trocando el gesto adusto en buenos humores. Inteligencia, pluma, visión esperanzada y comicidad. Ingredientes que Don Arturo mezcla con sapiencia y estilo.
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miércoles, septiembre 23, 2009
Brazil (allí voy)
Film que cada día me gusta más: explosiones, construcciones que emergen, problemas a sortear, y la lucha por los objetivos.
lunes, septiembre 14, 2009
Una rana que siempre recuerdo
Frank Oz me trajo del recuerdo este programa que siempre me gustó, mas de grande que de pequeño. No me atraen los títeres, ni las marionetas, pero los diálogos de los Muppets (contracción de "marionette" y "puppet"), siempre dejaban una sonrisa y una reflexión.
Por eso vengo con la Rana René, Jim Henson y Frank Oz, gente que nos hace pensar en positivo e inteligentemente.
Por eso vengo con la Rana René, Jim Henson y Frank Oz, gente que nos hace pensar en positivo e inteligentemente.
domingo, agosto 09, 2009
Molière y El burgués gentilhombre
Comedia en cinco actos y en prosa, estrenada en 1670.
Las cosas han cambiado (algo), pero la canción sigue siendo la misma (Led Zeppelin).
La pacatería ahora se viste en signos monetarios, en vez de refinamiento de formas. Un leve detalle, posmo.
En esta pieza, Monsieur Jourdain es el burgués que quiere convertirse en aristocrata, de allì los servicios de un filósofo.
Quizá una buena aproximación, haya sido el personaje del inolvidable Toto Paniagua, caracterizado por Ricardito Espalter.
Pero, vamos con las letras del siglo XVII.
Porque somos osados, y tanto va el cántaro a la fuente, que en una de esas aparecemos en la época Cervantina.
Algo así como Douglas y Tony en El Túnel del Tiempo ..
JOURDAIN. -Ahora es preciso que os haga una confidencia. Estoy enamorado de una dama de la mayor distinción, y desearía que me ayudarais a redactar una misiva que quiero depositar a sus plantas.
FILÓSOFO. -No hay inconveniente.
JOURDAIN. -Será una galantería, ¿verdad?
FILÓSOFO. -Sin duda alguna. ¿Y son versos los que queréis escribirle?
JOURDAIN. -No, no; nada de versos.
FILÓSOFO. -¿Preferís la prosa?
JOURDAIN. -No. No quiero ni verso ni prosa.
FILÓSOFO. -¡Pues una cosa u otra ha de ser!
JOURDAIN. -¿Por qué?
FILÓSOFO. -Por la sencilla razón, señor mío, de que no hay más que dos maneras de expresarse: en prosa o en verso.
JOURDAIN. -¿Conque no hay más que prosa o verso?
FILÓSOFO. -Nada más. Y todo lo que no está en prosa está en verso; y todo lo que no está en verso, está en prosa.
JOURDAIN. -Y cuando uno habla, ¿en qué habla?
FILÓSOFO. -En prosa.
JOURDAIN. -¡Cómo! Cuando yo le digo a Nicolasa: "Tráeme las zapatillas" o "dame el gorro de dormir", ¿hablo en prosa?
FILÓSOFO. -Sí, señor.
JOURDAIN. -¡Por vida de Dios! ¡Más de cuarenta años que hablo en prosa sin saberlo! No sé cómo pagaros esta lección... Pues lo que quisiera decir en esa carta es esto: "Linda marquesa, vuestros hermosos ojos me hacen morir de amor". Esto, pero redactándolo con galanura… dándole una vuelta, un giro gracioso.
FILÓSOFO. -Podéis agregar que el fuego de sus ojos reduce vuestro corazón a cenizas, que sufrís día y noche las violencias de un...
JOURDAIN. -No, no, no; nada de eso. No quiero decirle más que lo que os he dicho: "Linda marquesa, vuestros hermosos ojos me hacen morir de amor".
FILÓSOFO. -Es necesario estirar eso un poco...
JOURDAIN. -Os repito que no. No quiero escribir más que esas palabras, pero dándoles una forma elegante... Id redactando de diversas maneras para que yo vea ... Os lo ruego.
FILÓSOFO. -Puede redactarse primeramente como vos habéis dicho: "Linda marquesa, vuestros hermosos ojos me hacen morir de amor". O bien: "De amor morir me hacen, linda marquesa, vuestros hermosos ojos". O de este otro modo: "Vuestros ojos hermosos, de amor me hacen linda marquesa, morir". O en esta forma: "Morir, vuestros ojos, linda marquesa, de amor me hacen". O diciendo: "Me hacen vuestros ojos hermosos morir, linda marquesa, de amor".
JOURDAIN. -Pero de todas esas maneras, ¿cuál es la mejor?
FILÓSOFO. -La que vos habéis dicho: "Linda marquesa, vuestros hermosos ojos me hacen morir de amor".
JOURDAIN. -¡No he estudiado y, sin embargo, acierto al primer golpe!...
(Burgués y agrandado, M.Jourdain, todo un nuevo rico ..)
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