Por Jorge Rouillon
El jesuita Jean-Yves Calvez habló el martes último de siete plagas actuales que suponen desafíos éticos, ya que obligan a discernir y requieren respuestas responsables y solidarias.
Entre ellas, no podía faltar la pandemia de la gripe A. El orador apuntó que estamos dentro de ella sin saber dónde podría llegar a parar, y señaló: "Ya sabemos que virus semejantes, que ya han existido, se pueden difundir muy fácilmente por el hecho de la comunicación mundial, el transporte humano".
Calvez, del Centro Sèvres de Filosofía y Teología de París, acababa de llegar de México, donde advirtió medidas como el cierre de escuelas por períodos largos. Expuso en la Cátedra Abierta del Foro Ecuménico y Social, entidad que coordina el periodista Fernando Flores Maio, en un encuentro realizado en la Alianza Francesa, que abrió el embajador de Francia, Frédéric Baleine du Laurens.
Las plagas que mencionó Calvez no se limitan al área sanitaria y, al compararlas con las bíblicas siete plagas de Egipto, dijo que las de ahora no son sucesivas, sino que, más bien, van juntas. Se refirió a la crisis financiera (también económica y social), que puede llamarse, como la de 1929, una "gran crisis": la energética, la climática; la de nuestro hábitat, la Tierra; la de alimentos (que puede ser recurrente no por escasez real, sino por especulación), la de la proliferación de armas nucleares. En parte, surgen de avances del progreso científico, pero requieren reflexión y respuestas de tono ético.
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