"Los libros no han muerto".
Esto no lo dije yo, sino Newsweek en noviembre de 2007. Y a continuación agregaba, "pero serán digitales".En la tapa se vía a Jeff Bezos (fundador de Amazon), con un kindle en su mano derecha.
To kindle, significa encender. Un nombre realmente adecuado para relacionar así en un flash, lectura y conocimiento.
Este es un dispositivo electrónico para almacenar libros en formato digital, y leerlos desde la pantalla.
Let us check. La ventaja de un digital reader, un dispositivo de esta naturaleza, es que permite llevar centenares de libros, en un dispositivo de menos de medio kilogramo de peso. Este sistema de lectura, prescinde de la impresión, y allana gastos de imprenta y distribución, que no es moco e' pavo.
Las personas con problemas de visión, podrán prescindir de sus gafas, debido a que podrán ampliar el tamaño de la fuente tipográfica.
Esto sin mencionar la tala de árboles que se evitaría (I'm so sorry papeleras).
El quid de la cuestión lo plantean como si estos libros digitales, habrán de reemplazar a los convencionales, los viejos y queridos libros de papel. Pero este planteo es arbitrario y errado. Lo interesante del caso, es la lectura y su futuro, su destino. Los digitales, lejos de matar a los de papel, habrán de reforzarlos. Así lo afirmaba Kikillo, un poeta descarriado.
Por libro, no se entiende solo el contenido. Leer un libro, es una experiencia particular, que se basa sobre la materialidad del broli como objeto.
Más aún, hay una mística erótica del libro, la forma del libro es como un abrazo:
"esto no es un libro
el que lo toca, toca una dama,
.. Yo salto de las páginas a tus brazos".
Y no es lo mesmo abrazar las hojas del broli, que las malditas pantallas.
Pero ese es otro cantar ..
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